Horchata

Horchata suena a verano, igual que playa, chancletas o ventilador.

Esta bebida sabe totalmente diferente si es embotellada que si es artesana, ya sea hecha en casa o comprada en un heladería donde la hagan ellos mismos.

Leche de avena

Hoy inauguro una nueva etiqueta en el blog, la de bebidas vegetales.

Llevo unos meses incluyéndolas en mis recetas y últimamente me he animado a prepararlas en casa en vez de comprarlas en el supermercado. Las razones son varias: salen mucho más económicas, no consumes envases y además me aseguro que no llevan añadidos azúcares, gluten, conservantes o estabilizantes.

Brownie sin gluten y sin lácteos

Las alergias alimentarias nos invaden. Leía el otro día un reportaje del National Geographic donde explicaban que las alergias son una enfermedad de países desarrollados. Los niños que viven en la selva, y se crían en contacto con la tierra y las bacterias que habitan en ella no suelen desarrollar ninguna alergia.

"La combinación de saneamiento, medicina moderna con su batería de antibióticos mata-bichos, y un estilo de vida en interiores cada vez más libre de mugre, nos ha llevado a perder muchos de los microbios que, evolutivamente, fortalecieron nuestros sistemas inmunológicos y aseguraron la salud del epitelio del aparato digestivo. "

Bizcocho de calabacín

El verano es esa época en que las verduras y hortalizas se encuentran en su apogeo de sabor. No sólo las zanahorias nos sirven para hacer recetas dulces. El calabacín aporta a los bizcochos una jugosidad increíble.

Hoy vengo con otra receta más sin gluten y sin azúcar, pero que se puede adaptar perfectamente si podemos usar estos dos ingredientes.

Tarta helada (o no) de queso con crujiente de nuez y avena

Las tartas heladas son ideales para estos días de verano, y su principal ventaja es que las puedes preparar con antelación y guardarlas en el congelador hasta el día que la necesites. En ésta, hay que encender el horno para hacer el crujiente, pero el resto de la preparación sólo consiste en batir y mezclar.

Esta receta la he copiado de Maria Lunarillos y se parece un poco a otra tarta que hace tiempo tengo en el blog, la tarta de nata y praliné de almedras.

He preparado dos versiones del mismo postre, la tarta y los vasitos, que quedan monísimos y son muy fáciles de comer y repartir, sin tener que preocuparnos de cortar y servir.

El crujiente combina a la perfección con el helado de queso y nata, seguro que os gusta.