
Me equivoqué mientras hacía la masa de la receta. No se en qué estaría pensando pero le puse una cucharada de nuez moscada rallada cuando lo que quería era ponerle jengibre. Como la nuez moscada tiene ese sabor tan intenso no tenía muy claro si las galletas iban a ser comestibles o no.
Pero como ya tenía la masa hecha y iba a encender el horno para otras cosas decidí cocerlas y probar como quedaban.
Cuando ya se habían enfriado salí con un bol lleno de galletas y le pregunté a la familia si querían probar unas galletas pero que a lo mejor se morían al comérselas. Y resultó que estaban buenas.