Con solo tres ingredientes podemos preparar esta receta tan sencilla. Quien no se anime a hacer un bizcocho es porque no quiere, ya que se hace en un momento sin ninguna dificultad.
El bizcocho obtenido es muy jugoso y poco dulce, aunque supongo que el grado del dulzor dependerá de como sea el helado que hemos elegido.
Creo que es la segunda receta más fácil del mundo de la repostería. La que se posiciona en primer puesto la hice el otro día pero no me dio tiempo a fotografiarla, así que la repetiré y la publicaré próximamente en el blog.
Además es una receta muy versátil, con sólo cambiar el gusto del helado podemos hacer infinidad de bizcochos: de fresa, de cookies, de ron con pasas, de dulce de leche, de avellanas, de coco, de tutifruti... veo que empiezo a embalarme pensando en lo todos los sabores que me quedan por probar.
Y también podemos aromatizar la masa con algún licor que le pegue al sabor del helado. Ya veis, múltiples combinaciones y ninguna complicación.
Si usamos helado de soja y preparado de harina sin gluten obtenemos un bizcocho apto para celíacos, alérgicos al huevo, a la lactosa y para veganos. Me queda pendiente probarlo y contaros que tal.
La receta
- Una tarrina de 1 litro de helado, aproximadamente 550 gramos
- 210 gr de harina
- 1 sobre de levadura tipo royal
1.- Dejamos el helado fuera del congelador hasta que se vuelva cremoso, pero no líquido.
2.- Lo batimos con unas varillas o con un robot de cocina, le añadimos la harina tamizada con la levadura y seguimos batiendo hasta que se integre y tengamos una crema densa.
3.- Forramos un molde de unos 22 cm de diámetro o lo untamos con mantequilla, vertemos la crema.
5.- Comprobamos pinchando con un palillo que está bien cocido y lo dejamos enfriar sobre una rejilla antes del desmoldar
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