Últimamente varias personas de mi entorno padecen cáncer.
Sus casos me han afectado por varias razones. O por que son alguien muy cercano a mi, o porque son de mi edad o incluso más jóvenes, lo que me hace ser consciente de que es algo que nos puede pasar a todos y que normalmente sólo apreciamos la salud cuando no la tenemos.
A menudo nos quejamos por cosas que en verdad no tienen importancia y nos olvidamos de disfrutar de la vida, de nuestro trabajo, de nuestra familia y de nuestros amigos.
A los enfermos de cáncer se les recomienda una dieta sin azúcar y sin harinas refinadas. He estado buscando una receta donde estos dos elementos no aparezcan y la de hoy es una buena alternativa.
Estas galletas también son aptas para veganos, celiacos, intolerantes a la leche y al huevo.
No son las galletas más ricas que he probado en mi vida pero seguramente sí las más sanas. El sabor a plátano es evidente, si os gusta esta fruta las galletas os van a encantar. Los trocitos crujientes de nuez les aportan una textura muy agradable. Y siempre podeis experimentar y añadirles más ingredientes: canela, jengibre, otros frutos secos, pasas, gotas de chocolate negro...
La receta para unas 15 galletas
- dos plátanos ligeramente maduros
- 1 vaso de copos de avena
- 50 gr de nueces
Poner en un bol los plátanos cortados a rodajas y los copos de avena.
Con un tenedor se va machacando el plátano y mezclando con la avena. El puré de plátano también podríamos hacerlo en un robot de cocina, pero con el tenedor se hace en un momento.
Añadimos las nueces cortadas a trocitos con las manos.
Con la ayuda del tenedor y de una cuchara sopera vamos formando montoncitos y aplanándolos encima de una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o una base de silicona.
Horneamos 15 minutos a 180 º, yo con la función aire. Le damos la vuelta a las galletas con la ayuda de una espátula y horneamos otros 10 minutos.
Dejamos enfriar y listas para comer
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