En el norte de Europa el sabor a especias está íntimamente ligado a la época más fría del año: el vino caliente especiado, las galletas de genjibre o los bollos de canela de los países escandinavos.
A mi, personalmente, me encantan los dulces especiados, y acabo poniéndole siempre un poco más de cantidad de jengibre, canela o clavo que la que indica la receta.
En casa también nos encantan los platos salados con cayena o con curry, y ahora lo compramos en botes en formato extra grande porque los pequeños se nos acababan demasiado rápido.
No estoy totalmente convencida del resultado de este pan, creo que necesita un poco más de levadura y un poco menos de horno. Tendré que volver a probar hasta que logre encontrarle el punto perfecto. En la receta ya constan las variaciones que he introducido para mejorarla.
De todas maneras, como suele ser habitual, está mucho más rico el hecho en casa que las versiones envasadas de supermercado que había probado.
Hugo ha estado en Alemania de intercambio y de regalo de la familia que le ha acogido ha traído un verdadero Stollen de Mainz, y he aprendido que la forma doblada del pan y el azúcar glas que lo cubre pretenden representar al niño Jesús envuelto en pañales en el pesebre.
Y como curiosidad este stollen alemán, llamado Domstollen, una vez horneado se guarda durante 4 semanas en una capilla de la catedral de Mainz para que se asiente y las frutas secas vayan liberando su aroma y impregnen toda la masa.
Cuando nos comamos el auténtico stollen alemán podré comparar como de lograda ha sido mi versión.
Ingredientes
- 350 + 25 gr de harina de fuerza
- 150 gr de leche
- 75 gr de azúcar
- 4 gr de sal
- una cucharadita de cardamomo molido.
- una cuchararadita de canela molida
- una cucharadita de pimienta de jamaica ( o en su lugar media de clavo de olor, media de canela)
- 50 gr de almendra cruda molida
- 10 gr de levadura seca o 30 gr de levadura fresca
- 250 gr de fruta deshidratada ( yo puse pasas, higos, albaricoque y melocotón)
- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- un huevo entero y dos yemas
- un chorro de ron
para decorar
- mantequilla
- azúcar glas
Preparación
- Cortar las frutas secas a cuadraditos pequeños y ponerlas en un bol con una chorro de ron para que maceren durante un rato.
- Mezclar en un bol los ingredientes secos: 350 gr de harina, levadura, almendras molidas, sal, azúcar y las especias. Mezclamos y reservamos.
- Con los 25 gr de harina restantes y la leche hacemos una bechamel. Podemos calentar la mezcla en un cazo a fuego lento hasta que espese, removiendo sin parar. O en la thermomix 6 minutos, 100º velocidad 4. Dejamos que se enfríe un poco.
- Añadimos la bechamel a la mezcla de los ingredientes secos, y también el huevo y las yemas. Amasamos un poco, yo con kitchenaid y gancho amasador, durante un par de minutos. Dejamos reposar esta masa 10 minutos
- Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, que se haya ablandado y sea fácil de mezclar. Volvemos a amasar un par de minutos. Y dejamos reposar tapada con un paño otros 10 minutos.
- Sacamos la masa del recipiente, y la amasamos un poco sobre la superficie de trabajo. La estiramos con un rodillo y colocamos las frutas escurridas sobre la masa. La partimos en dos y ponemos una mitad sobre la otra para conseguir que las frutas se mezclen mejor.
- Volvemos a amasar hasta que las frutas queden totalmente incorporadas a la masa. Formamos un bola con ella y la dejamos reposar durante dos horas y media, hasta que leve un poco.
- Estiramos la masa sobre la encimera dándole forma ovalada. Con esta cantidad de masa podemos hacer un único pan grande o un par de panes medianos.
- Hacemos una marca con el rodillo a aproximadamente un tercio de la longitud y doblamos la parte pequeña sobre la grande tal como muestra la foto.
- Volvemos a dejar levar durante otra hora y horneamos a 180º con la función aire o a 200º sin aire. Si hemos hecho un único pan necesitaremos unos 35 minutos de horneado, y si hemos dividido la masa en dos partes con 25 minutos de horno tendremos bastante.
- Una vez sacado del horno, esperamos 10 minutos y pintamos con mantequilla derretida.
- Dejamos enfriar completamente y espolvoreamos con azúcar glas o mejor aún, con icing sugar, que es todavía más fino que el azúcar glas.
- Los alemanes conservan este pan durante semanas, envuelto en papel encerado para hacer que se aposente y que las frutas secas liberen su sabor y impregnen todo el bollo. En mi caso, como no somos alemanes, nos lo hemos comido al día siguiente.
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