En mi reciente viaje a Alemania con los alumnos de Bachillerato, cuando la profesora anfitriona y la de mi instituto a la que acompañaba se enteraron que una de mis aficiones era la repostería y me llevaron a las mejores pastelerías a que degustara algunas de las múltiples y deliciosas especialidades alemanas. Era muy divertido, porque nos pedíamos cada una un trozo de pastel, todos diferentes, y nos íbamos pasando los platos para probarlos todos. Leonor y Àngels, mil gracias por esa semana tan maravillosa.
